Trasplante de cabello

La intervención se realiza de manera ambulatoria y con anestesia local. Se toman del rodete varias capas pequeñas de piel con pelo, de aproximadamente 5 milímetros de diámetro, los denominados injertos estándar. Dependiendo de la superficie de cabello disponible, en una sesión se pueden tomas hasta 120 de estos injertos. La superficie de las heridas que se producen se cierra con una sutura cutánea muy fina.

A continuación se realiza la separación. Para ello se dividen los injertos estándar en injertos finos más pequeños. Se forman los llamados mini-injertos, cada uno de los cuales tiene de 3 a 5 pelos, y los micro-injertos, que tienen 1 o 2 pelos. Ahora se toman pequeñas capas de piel en la zona de la calva. En los espacios creados a tal efecto se implantan hasta 1400 injertos finos (hasta 4000 folículos pilosos). Gracias al excelente riego sanguíneo del cuero cabelludo, los cabellos trasplantados cicatrizan sin complicaciones, y al cabo de pocos días están firmemente fijados en el cuero cabelludo.

El tamaño y la disposición de cada uno de los injertos determinan de manera decisiva el resultado final. En este sentido, es fundamental la experiencia y la creatividad del cirujano. En cualquier caso, el objetivo es un crecimiento del cabello de aspecto natural en el lugar en el que se había producido la calvicie.

¿Qué aspectos hay que tener en cuenta antes de someterse a un autotrasplante de cabello?

Si disfruta de un buen estado de salud general, desde el punto de vista médico no hay objeciones a un autotrasplante de cabello.

No obstante, existen ciertas reservas en el caso de los pacientes menores de 24 años, ya que en ellos el proceso de la alopecia puede avanzar con mucha rapidez. Esto dificulta tanto la determinación del número de injertos necesarios como la planificación de las intervenciones que se requieren en total.

En ocasiones también las mujeres padecen alopecia androgenética. En este caso normalmente se considera también la posibilidad de realizar un autotrasplante de cabello. Sin embargo, debería consultarse previamente con el médico para descartar la existencia de un trastorno hormonal subyacente.