Introducción

Querida lectora, querido lector:

En este artículo deseo transmitirle de manera concisa y científica los últimos descubrimientos sobre el tema de los autotrasplantes de cabello de la forma más comprensible posible. Además de comentar los aspectos estéticos, se trata principalmente de mostrar cuáles son las técnicas de autotrasplante existentes, qué posibilidades ofrecen y qué limitaciones presentan. Además, quiero explicar de forma clara por qué me decanto por un método y en contra de los demás en el tratamiento de la alopecia. El siguiente artículo serviría así como preparación para una consulta conmigo, en caso de que esté interesado/a en obtener más información.

¡Espero que disfrute de la lectura!
Angela Lehmann

Situación de partida

La pérdida de cabello, conocida también como alopecia en el contexto médico, es un fenómeno que puede afectar prácticamente a cualquier persona. La alopecia puede tener muchas causas. Formas excepcionales de alopecia son, entre otras, la alopecia inducida por medicamentos y la isquémica (causada por una reducción de la irrigación sanguínea). La alopecia androgenética es la más frecuente (Füessl 2015; Blume-Peytavi & Vogt 2014).
Con independencia de sus causas, para todos los afectados, y especialmente para las mujeres, la caída del cabello es fuente de sufrimiento, lo que en muchos casos acarrea consigo una pérdida de calidad de vida. Quienes la sufren tienen la impresión de perder reconocimiento social y a menudo se avergüenzan de su aspecto externo (Weiss, 2015). En consecuencia, perciben la alopecia como un estigma estético enorme y buscan una forma de paliar este sufrimiento. Debido a esta situación, son frecuentes las expectativas muy altas y a menudo poco realistas a la hora de buscar una solución estética satisfactoria. Para muchos afectados, la mejor elección la constituye la técnica mínimamente invasiva del autotrasplante, siempre y cuando esté indicada y se cumplan los requisitos necesarios para emplearla.

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¿Qué es la alopecia androgenética?

La alopecia androgenética, llamada también pérdida de cabello hereditaria, es la pérdida de cabello más común. Su causa es la hipersensibilidad de los folículos capilares a la hormona dihidrotestosterona (DHT), que se sintetiza gracias al enzima 5-alfa-reductasa. La DHT es un producto de la transformación de la testosterona (una hormona sexual masculina). A causa de esta hipersensibilidad se acorta la fase de crecimiento de los cabellos y el folículo capilar se atrofia. Los folículos de la parte posterior y los laterales de la cabeza no se ven afectados por ella, por lo cual resultan especialmente adecuados para obtener de ellos los injertos.

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¿Qué es un autotrasplante de cabello?

El término “autotrasplante de cabello” es engañoso, puesto que lo que se trasplanta, más que los propios cabellos, son sus folículos correspondientes. Por explicarlo con simplicidad, los folículos son las semillas o raíces a partir de las cuales nace el cabello. Esta puntualización cobra importancia cuando nos referimos a cuestiones estéticas como el espesor o el grosor del cabello, ya que el grosor o el espesor de los folículos varía en función del lugar del cuero cabelludo donde se encuentran (Paukstadt 2012). No obstante, se sigue utilizando el término autotrasplante de cabello.

El autotrasplante es un método por el que, a través de diferentes técnicas que explicaremos a continuación, se extraen folículos propios de una parte del cuero cabelludo (zona donante) y se los trasplanta a otra (zona receptora). De esta forma, aquellas partes que ya están afectadas por la alopecia, en las cuales los folículos están dañados, se rellenan de nuevo, combatiendo la alopecia desde el punto de vista estético. La intervención se realiza de forma extrahospitalaria y se emplea anestesia local.

Los/las pacientes que deseen someterse a un autotrasplante deben ser conscientes de que el trasplante es un proceso que supone una invasión del cuerpo, razón por la cual se califica de mínimamente invasivo. Además, todos los métodos de autotrasplante conllevan siempre la formación de cicatrices, cuyo efecto estético varía sustancialmente en función del método escogido. Puesto que se trata de una intervención mínimamente invasiva, solo se puede trasplantar de una parte a otra de la cabeza un número limitado de folículos en cada sesión. Las técnicas de autotrasplante suponen una invasión, y por lo tanto el/la paciente debe entender que los objetivos estéticos del tratamiento siempre están supeditados a lo que es posible hacer sin perjudicar su salud. Esto significa, por ejemplo, que es poco realista trasplantar 12.000 folículos o más por sesión, razón por la cual son necesarias varias intervenciones hasta conseguir un resultado deseado y realista.

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¿Qué es realista esperar de un trasplante de cabello?

Como ya hemos dicho al principio, la prioridad de los/las pacientes suele ser el resultado estético del tratamiento. Desde un punto de vista realista, no es extraño que los/las pacientes acudan al autotrasplante con un exceso de expectativas. Por esta razón, se explicará a continuación cuáles son las expectativas realistas que se pueden abrigar respecto de un autotrasplante y cómo se pueden ponderar las posibilidades y limitaciones de un trasplante capilar.
Un/a europeo/a medio/a no afectado/a por la alopecia tiene una superficie de cuero cabelludo cubierta por cabello de unos 600 cm². Esta superficie presenta aproximadamente unos 120.000 folículos capilares sanos. En otras etnias los valores varían, tal y como muestra el siguiente diagrama.

Lámina 1: cantidad de folículos por etnia

Lámina 1: cantidad de folículos por etnia

Si se pierden los folículos desde el nacimiento del cabello en la frente hasta la mitad del cráneo (una longitud aproximada de 20 cm y una anchura de 10 cm) a causa de una alopecia avanzada, en la zona donante quedan aproximadamente 65.000 folículos, pero no se puede disponer de todos ellos para el autotrasplante. Por ejemplo, los folículos de las sienes o del nacimiento del pelo deberían desestimarse para un trasplante, puesto que en estas zonas los folículos capilares no son tan densos y su estructura también suele ser mucho más fina. Por lo tanto, los trasplantes se hacen a partir de la zona comprendida entre un máximo de dos dedos transversales sobre cada oreja y la parte posterior de la cabeza. Esto es especialmente importante también en el caso de los pacientes jóvenes (hasta 24 años) ya que es imposible determinar de manera definitiva cómo evolucionará la pérdida de cabello, que podría ir más allá de esa zona. De esa manera se podrían estar trasplantando folículos que posteriormente podrían verse afectados por la alopecia androgenética. Dentro de estos valores predeterminados, con un perímetro de cabeza de aproximadamente 60 centímetros y una buena zona donante, mediante la técnica de extracción S&P (véase capítulo 5) se pueden extraer aproximadamente 90 injertos estándar de 5 mm de diámetro por sesión, lo cual corresponde a entre 17 y 18 centímetros cuadrados de cuero cabelludo con cabello. Puesto que un centímetro cuadrado de cuero cabelludo contiene unos 200 folículos, se pueden trasplantar entre 3.400 y 3.600 folículos pilosos de esta forma. Con una zona donante óptima este procedimiento se puede repetir hasta cuatro veces por paciente si fuera necesario.

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¿Cuáles son las técnicas habituales?

Todas las técnicas de autotrasplante se basan en la extracción del tejido que contiene folículos pilosos de los laterales y la parte posterior de la cabeza y su implantación en otro lugar. La diferencia esencial reside en la técnica de extracción que se emplea para tomar el tejido de su lugar original. Esta diferencia resulta esencial porque la elección del método de extracción determina la cicatrización posterior. El objetivo es siempre que la cicatriz subsiguiente pase lo más desapercibida posible.
Hoy en día, en general, en un trasplante se extraen los llamados grafts (injertos) o FUE. Estos son fragmentos de tejido que contienen folículos o, dicho de otra forma, islas de cabello con un diámetro definido. Mediante una variación del tamaño de los injertos se crean implantes finos más pequeños que pueden ser reimplantados. La siguiente lámina muestra los injertos a trasplantar.

Lámina 2: clasificación de injertos en función de su tamaño. Representación propia.

Lámina 2: clasificación de injertos en función de su tamaño. Representación propia.

El método FUT consiste en extraer una tira de piel del área donante mediante un escalpelo. Este método presenta a menudo demasiadas desventajas como para satisfacer las exigencias estéticas de pacientes y terapeutas. Su principal desventaja radica en que se forma una cicatriz lineal llamativa y por lo tanto indeseable.

Una de las prácticas más comunes hoy en día es la Follicular Unit Extraction (FUE; extracción de unidades foliculares). Este método tiene la ventaja de que las cicatrices pasan más desapercibidas estéticamente. En un primer paso, se rasura toda el área de cabello que rodea la calva, lo que para los/las pacientes supone una desventaja desde el punto de vista estético. A continuación se extraen con una broca hueca o aguja de tamaño variable las diferentes unidades foliculares (abreviadas FUE, equivalentes a injertos) que después serán implantadas en la zona receptora. El tamaño de la broca determina el de la unidad folicular y por tanto también la apariencia de las cicatrices. Hay que tener en cuenta que la broca hueca para una FUE debe tener un diámetro de 1 mm como mínimo. Un solo cabello normal de tipo europoide tiene un grosor de 0,05 a 0,07 mm y el folículo ocupa aún más espacio, esto se debe tener en cuenta especialmente con estructuras de cabello más gruesas y calcular en función de ello. Los cabellos muy rizados y ondulados muestran folículos de forma elíptica, por lo que la técnica de FUE presenta un riesgo de daños adicional. Contrariamente a la S&P-Extraction, en la FUE la extracción cuidadosa de los implantes resulta más complicada. Puesto que el orificio de la broca es muy pequeño, solo se pueden extraer los implantes finos mediante una pinza, lo que provoca la pérdida de aún más folículos. En general, cuanto menor sea el diámetro de la broca, más fino será el implante, lo cual podría ser una ventaja. No obstante, también es cierto que cuanto menor sea el diámetro de la broca, mayores posibilidades hay de dañar los folículos. Si la cicatrización es óptima, este método deja muchas cicatrices pequeñas y redondas que apenas serán visibles gracias al cabello que las cubre. No deberían extraerse más de 10 a 15 folículos por centímetro cuadrado de cuero cabelludo, ya que de lo contrario se crearían cicatrices visibles y confluentes. La principal desventaja de este método reside en que las unidades foliculares se dañan durante la extracción, lo cual puede llevar a la pérdida de un 20 a 30 % de los trasplantes extraídos. Esto puede tener una influencia negativa imprevisible en el aspecto del resultado final.

La Slit Incision se basa en hacer incisiones mínimas en la zona receptora mediante un escalpelo e introducir el trasplante con una pinza directamente en el lugar receptor (slit and place).

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¿Por qué nosotros empleamos una técnica diferente?

Debido a las desventajas enumeradas anteriormente, en nuestra clínica empleamos la llamada Técnica S&P. Esta tiene la ventaja de que, al contrario que en la FUT, la cicatriz resultante no es larga y recta, sino que se da una cicatrización imperceptible y ondulada, y además se produce una extracción óptima de los folículos con una pérdida mínima de este precioso recurso.

Lámina 3: técnica S&P. Representación propia.


Lámina 3: técnica S&P. Representación propia.

El método que elegimos consiste en una extracción de injertos estándar (S&P Extraction) con un diámetro de 5 mm. La diferencia entre un injerto estándar y un trasplante FU consiste en que el injerto estándar contiene varias unidades foliculares, al contrario que un trasplante FU, que por lo general contiene una sola unidad. Los injertos estándar se dividen después de la extracción bajo visualización, de forma que en cada sesión se forman hasta 1.400 implantes finos que contendrían hasta 3.600 folículos. Además, las perforaciones se realizan muy cerca las unas de las otras, de forma que la cicatriz resultante es mucho menos perceptible. Mediante el splitting posterior (división en trasplantes más pequeños) el dilema en torno al diámetro de la broca queda resuelto y se produce una menor pérdida de folículos durante la extracción. Al mismo tiempo, mediante la extracción S&P se produce una cicatriz mucho menos perceptible que con el método FUT (extracción de una tira de piel). De esta forma, tenemos las ventajas de todos los métodos mencionados con una pérdida mínima de folículos y una cicatrización mucho menos perceptible. La figura siguiente muestra la técnica S&P.

El área receptora se prepara mediante perforaciones mínimas de 1-1,25 mm de diámetro. Los implantes preparados se llaman microinjertos (1-4 folículos pilosos) o FU (follicular unit), Unidad Folicular. Una FU es un grupo de folículos a partir de 2-4 cabellos que se encuentran a una distancia inmediata. Los trasplantes finos (microinjertos o FU) se introducen con una pinza especial en los huecos creados. Las perforaciones presentan la ventaja frente a las Slit Incisions de que se puede determinar mejor y de forma permanente la dirección de crecimiento del cabello y de que los implantes no se comprimen, evitando así el temido efecto ramillete. Esto tiene muchas ventajas desde el punto de vista estético.

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¿Tiene alguna pregunta?

Espero haber respondido con este artículo a las preguntas que pudiera tener acerca de un autotrasplante capilar. Si tiene más dudas, estoy a su disposición para aclarárselas en una consulta personalizada. Me alegraría darle la bienvenida en nuestra clínica.

Atentamente,
Angela Lehmann